En este Día de la Madre, a pesar de la distancia que nos separa, no puedo evitar recordar todos los momentos maravillosos que hemos vivido juntos.
Uno de mis recuerdos favoritos es ver la emoción en los ojos de Mari al pasar tiempo con uno de sus nietos, mi hijo. Es como si el amor creciera aún más en esos momentos.
Uno de mis recuerdos favoritos es ver la emoción en los ojos de Mari al pasar tiempo con uno de sus nietos, mi hijo. Es como si el amor creciera aún más en esos momentos.
Los lazos familiares se fortalecen y el cariño se multiplica. Aunque hoy estemos lejos, estos recuerdos nos mantienen unidos. Feliz Día de la Madre, Mari!